A raíz de los recientes problemas que ha tenido Apple en Europa con las garantías que proporciona a sus productos (llegando incluso a perder una demanda en Italia por no ofrecer el segundo año de garantía y que le ha supuesto una multa de casi 1 millón de Euros), la compañía ha publicado en su página web las condiciones de garantía que ofrece, comparando la legislación europea con la garantía «estándar» y la extendida del AppleCare.
El AppleCare es una extensión de la garantía que amplía a tres el periodo de reclamación en caso de fallo en un producto. Este servicio tiene un coste que depende del dispositivo para el que se compra.
Aunque caben diferentes interpretaciones y matizaciones, la ley europea dice el periodo de reclamación es de 2 años, aunque el primero lo ofrece el fabricante y el segundo el vendedor (otra cosa es cuando ambos son el mismo), aunque en este segundo año es el cliente quien tiene que demostrar que el fallo es del producto y no está provocado por el uso.
Evidentemente a Apple le interesa vender su garantía AppleCare, pero también es verdad que, al menos en base a la experiencia propia, el servicio posventa y reparación que presta a los clientes no lo hemos visto en otras marcas, llegando incluso a cambiar dispositivos fuera de garantía.